miércoles, 12 de octubre de 2011

Pastor


















Era un oficio y hoy en día aún lo es en nuestro pueblo, que impone un estilo de vida poco común, duro y sacrificado, todo el día solo con el rebaño y los perros sin ver a nadie por el monte de sol a sol, esto echa para atrás a la gente joven de nuestro pueblo, los pocos ganaderos interesados en continuar con esta actividad milenaria se ven con muchas dificultades para encontrar gente del país que lo quiera realizar y se ven obligados a contratar a gente de fuera como los que hay ahora, los rumanos.

Antes este oficio se iniciaba al salir los zagales de la escuela entre los 12 y 14 años, heredaba el oficio el mayor de los hijos al salir de la escuela de parte de sus padres y estos a su vez lo habían heredado de sus abuelos porque en todas las casas había unas cabezas de ganado ovino que había que sacarlas a pajentar al monte, eran imprescindibles en su vestimenta el zurrón o morral, el cayado o palo de latonero, la pelliza, el pantalón de pana y las albarcas con sus piales de lana de oveja.




Tenía que estar atento en todo momento el pastor pues todos los campos estaban cultivados y había que respetar los campos en sus diferentes cultivos y se pagaban las rastrojeras y se ponían pilones de piedras a modo de señal y el ganado tenía que respetar esos campos, principalmente las oliveras que estan por el monte y la huerta era intocable, Había numerosas balsas donde abrevaban a las ovejas

Pero ahora no tienen a quien pasarle el cayado. La falta de relevo generacional es una de las principales dificultades a las que se enfrenta la ganadería y el oficio de pastor

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