viernes, 14 de mayo de 2010
Colchonero/a
En nuestro pueblo hasta no hace mucho los colchones se fabricaban en casa mediante lana de oveja y eran mullidos y calentitos, aún quedan en nuestro pueblo pero cada vez menos, pues son mas prácticos e higiénicos los de ahora
Esta labor la realizaban las mujeres de la casa
Primero preparando la lana procedente de las ovejas que se tenían en el corral
Segundo preparando un saco para alojar la lana, de las dimensiones de la cama si era individual o de matrimonio, se requería mas o menos grande al igual que la cantidad de lana necesitada.
Tercero era coserlo, bien cosido para que no se saliera la lana.
Mantenimiento:
Cada día se tenia que mullir el colchón para que estuviera bien hueco y airearlo
Con la primavera había que espabilarla, desentumecerla y esponjarla a base de varetazos
Cada x tiempo había que lavar la lana y varearla. esto se hacia:
desarmando un extremo del colchón, se sacaban los bordes y luego los "botones". El paso siguiente consistía en sacar toda la lana de su interior, lavarla y secarla al sol y luego cardarla a mano o a máquina, con la que se hacía una especie de montaña al lado de la máquina cardadora para pasarla dos veces por el atilugio para esponjarla y engüequecerla.
Manualmente se estiraba y se iba desmenuzando, operación que se caracterizaba por el desprendimiento de polvo y suciedad. Sentado sobre la tabla; con forma de un sube y baja, pero fija; comenzaba a pasar la lana ya desenredada entre las dos chapas curvas y paralelas, cada una con clavos en dirección opuesta sin que llegaran a tocarse, y al mismo tiempo las empezaba a mover hacia adelante y hacia atrás. La lana cardada salía por el extremo opuesto al que entró. Esta operación solía repetirse una vez más.
Si el cotín o saco del colchón estaba en buen estado se lavaba, y una vez seco se comenzaba a rellenar con la lana cardada, empujándola bien, a la que se agregaba otra nueva considerando las pérdidas producidas durante el lavado y cardado. Una vez finalizado el relleno del colchón se cosía el extremo abierto, se ponía el borde, y con las largas agujas de colchonero se colocaban los botones, atravesándolo. El trabajo estaba terminado.
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