Molinos de harina
Si podemos afirmar que existió en época temprana una pequeña industria en nuestro pueblo, habría que hablar principalmente de los molinos. La sustitución del esfuerzo humano por la fuerza del agua, se produce en la Edad Media, momento en el que una serie de pequeños molinos, van poblando los numerosos arroyos y mediante la construcción de embalses (tipo balsa)
, para aprovechar así la fuerza hidráulica.
para moler el grano que permitiría la elaboración del pan en el horno del pueblo, facilitando el autoabastecimiento de las gentes del campo. Su nacimiento se sitúa incluso antes de la aparición de estos pueblos. Posiblemente la instalación de los primeros esté ligada a la fundación de los monasterios de la zona.
El mecanismo de rotación está compuesto, por lo general, por los siguientes elementos: una rueda formada por una serie de palas radiales, que giran al recibir el impulso del agua;
un eje en el que van incrustadas las palas y un viga horizontal o puente. El eje esta compuesto de una parte superior de hierro que cruza la muela fija del molino. En su extremo lleva una cruceta que encaja en la muela móvil arrastrándola en su giro y de una segunda parte de madera cuadrada donde van encajadas las palas del rodezno. El extremo inferior del eje se apoya sobre una especie de cojinete, consistente en una piedra , la peonera, que va encajada en una viga horizontal , el puente .
El mecanismo de molturación está formado por dos piezas cilíndricas de piedra, llamadas muelas; la inferior es fija y la superior, móvil que gira para que con su rozamiento sobre la primera, se produzca la molturación del grano.
El diámetro de las piedras oscilan entra 1,30 y 1,40 metros, los orificios centrales u ojos de las muelas sobre unos 15 a 25 centímetros y su grosor entre 20 y 30 cm.
El trigo llegaba a lomos de caballerías mediante las talegas, sacos alargados blancos y algunas con una raya azul a lo largo, solían transportar tres cada animal, luego se volcaba en la tolva de recogida
; después se limpiaba de las impurezas y se cribaban las piedras, y poco a poco va cayendo por el agujero que lleva la rueda superior.
Esta al girar sobre la inferior produce la molturación del grano, que se va depositando en un amplio cajón de madera. El grosor de la harina depende de la separación entre las dos muelas. Esto se hace con ayuda de una barra accionada desde dentro del molino, que permite subir o bajar el puente donde va apoyado el árbol. Cada 8 ó 10 días de funcionamiento se levanta la muela volandera para proceder al picado con ayuda de un pico metálico.
El pago por la molienda se realiza generalmente por el sistema de maquila, quedándose el molinero con una parte proporcional a la cantidad molida mediante un recipiente de madera, con una capacidad de 500 a 600 gramos. La molienda de harina se transportaba de nuevo en las talegas cargadas en los machos hasta el pueblo ya que los molinos estaban a las afueras y se subía al hombro por las escaleras estrechas y bajas de las casas hasta descargarlas en las alcarineras, que era un lugar fresco y sin humedad donde se guardaba hasta su consumo, principalmente para hacer pan en el horno del pueblo.
La importancia de los molinos en la antigüedad era tan grande que estaban sujetos a monopolio y limitados a unos puntos concretos previa concesión o autorización. En nuestro pueblo ha llegado a haber tres o cuatro, el más conocido y el último en cerrar el del Carmen,
había otros dos en el río, uno que hoy es corral y otro el Molino alto al lado del de aceite en ruinas
y dicen que otro en la fuente.
Además antiguamente los propietarios de los molinos, por lo general en sociedad cooperativa, imponían a los vecinos del pueblo la obligación de mantener siempre limpia la presa para no causar daño al molino.
viernes, 17 de abril de 2009
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